¿Tener o no tener mascota? Esa es la cuestión. Para muchas personas tener una o varias mascotas es algo incuestionable, mientras que otras ni se lo plantean. Esos pequeñajos que saludan con pasión cada vez que llegamos a casa nos alegran la vida, aunque también exigen una responsabilidad. Veamos algunos motivos para poner una mascota en nuestra vida.
- Amor incondicional. Así es, las mascotas normalmente reconocen a un dueño/a o dos, y por ellos serían capaces de cualquier cosa, incluso de jugarse la vida sin dudarlo. La forma de querer de los animales es muy auténtica y sin rencores, cada vez que te ven se alegran como si llevaran semanas sin verte, aunque solo hayas salido dos minutos.
- Compañía. Una mascota hace compañía siempre, especialmente en los hogares en los que viven una o dos personas. Nunca se tiene la sensación de que la casa esté vacía, de estar solo/a. Si necesitáis sentiros acompañados/as os recomendamos una mascota sin dudarlo.
- Diversión. Con una mascota podemos jugar, pasear y divertirnos. Tanto si vivimos en el campo como en la ciudad, hacer actividades con nuestra mascota es una buena forma de pasar el tiempo. Los animales tienen mucho que enseñarnos, solo tenemos que dedicarles atención.
- Educación. Si tenemos hijos puede ser interesante que se críen con animales en casa, ya que desarrollarán una empatía especial para con ellos, además de aprender a verlos como una parte natural de su mundo. Relacionarse con animales les puede enseñar un tipo de amor especial, diferente al que se tiene por las personas, y esto enriquecerá sus capacidades.
- Socializarse. Muchas mascotas, sobre todo los perros, requieren un tiempo diario de paseo; en este rato podemos relacionarnos con otra gente que pasea a sus mascotas. Así, el hecho de tener una rutina diaria con nuestra mascota puede ayudarnos a conocer gente nueva.
En definitiva, al tener una mascota viviremos momentos y sensaciones especiales que solo los animales pueden brindarnos, por lo tanto es una decisión a plantearse seriamente.