“Mostrad el vestido, centraos en mostrar el vestido”, esa era la obsesión de Edna Woolman Chase, editora de US Vogue en 1938, que los fotógrafos de la publicación se centraran en la ropa y dejaran de lado el arte. Por suerte, todos sus esfuerzos fueron en vano y en Vogue hemos podido disfrutar de portadas y reportajes de moda completamente memorables, convirtiendo la fotografía de moda en arte.
Y como prueba basta con pasearse por la exposición “Vogue: like a painting” en el Thyssen-Bornemisza de Madrid, en la que se muestra una selección de imágenes inspiradas en obras pictóricas que se utilizaron en diferentes reportajes de moda en la revista Vogue.
Condé Nast, propietario de Vogue desde 1909, pedía a sus editores que contrataran artistas para la revista que se ha convertido en la publicación de moda más importante del mundo. En la década de los 20 y los 30, Vogue mostró obras de Dalí o Giorgio de Chirico, y fotografía de vanguardia de Man Ray.
Ese gusto por el arte quedó para siempre en el espíritu de la publicación. Fotógrafos como Irving Penn, Tim Walker o Erwing Blumenfelf recrearon en las portadas de Vogue algunas obras maestras del arte contemporáneo.
La exposición en el Thyssen de Madrid reúne sesenta fotografías de moda de los archivos de Vogue realizadas durante las últimas tres décadas, en las que están presentes la pintura española del Siglo de Oro, el período victoriano, el impresionismo o el retrato holandés vistos a través del objetivo de Mario Testino, Irving Penn, Annie Leibovitz, Tim Walker, Paolo Roversi, Steven Klein, David Sims, Michael Thompson, o Peter Lindbergh, entre muchos otros. Algunos fotógrafos han optado por una imitación sutil, otros, en cambio, son más evidentes en su inspiración.
La exposición se podrá visitar hasta el próximo día 12 de octubre, una oportunidad única de disfrutar de pintura y moda, y de la creatividad y belleza de Vogue.